Un de los ámbitos históricos del Método Tomatis está en relación
con la mejora de la musicalidad y la voz hablada o cantada. Así es, gracias a
una acción directa sobre el mecanismo cerebral que liga percepción y acción, el
principio fundamental del Método Tomatis es que toda modificación de los
mecanismos relacionados con la recepción y el análisis de un mensaje sonoro
tendrá consecuencias sobre el modo de reproducir este mensaje, ya sea de manera
hablada, cantada o mediante un instrumento musical.
Por otra parte, una emisión vocal de calidad no exige solamente una buena escucha del mensaje sonoro que viene del exterior, sino también y sobre todo una buena autoescucha, es decir la capacidad de utilizar la propia voz como la fuente sonora a analizar y controlar con exactitud, en intensidad y calidad. Esta autoescucha puede llevarse a cabo siempre y cuando la vibración sonora percibida sea correctamente regulada por conducción ósea, que es la vía de transmisión del sonido, por todos los huesos del cuerpo y en particular por el cráneo.
Por otra parte, una emisión vocal de calidad no exige solamente una buena escucha del mensaje sonoro que viene del exterior, sino también y sobre todo una buena autoescucha, es decir la capacidad de utilizar la propia voz como la fuente sonora a analizar y controlar con exactitud, en intensidad y calidad. Esta autoescucha puede llevarse a cabo siempre y cuando la vibración sonora percibida sea correctamente regulada por conducción ósea, que es la vía de transmisión del sonido, por todos los huesos del cuerpo y en particular por el cráneo.
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