Las manifestaciones correspondientes a los resultados del
Método Tomatis deben analizarse a dos niveles, el primero bastante superficial
y el segundo más profundido.
A un nivel superficial, se perciben numerosas
manifestaciones positivas muy rápidamente, en pocas semanas o incluso en los
días que siguen el inicio de las sesiones con Oído Electrónico; por lo tanto,
la experiencia del Método Tomatis es vivida a menudo como un proceso dinámico
fácil de seguir tanto por el individuo que lo utiliza como por su entorno.
A un nivel más profundo, conviene comprender que la
reorganización que va a inducir el trabajo con Oído Electrónico permite al
individuo encontrar el equilibrio interno que le es propio y por lo tanto
modificar, en el buen sentido del término, su propia escala de valores; esta
evolución en profundidad es menos espectacular y se efectúa a un ritmo más
lento.
Uno de los puntos importantes es por lo tanto saber que
estas mejoras no solo van a prolongarse en el tiempo, sino también a continuar
mucho después de haber finalizado las sesiones Tomatis; así pues, un trabajo
correctamente realizado con Oído Electrónico producirá efectos durante varios
años, ya que el individuo se ha vuelto instalar en sus normas evolutivas y
solamente un nuevo acontecimiento importante podría volver de nuevo a
perturbarlas: en ese caso, a menudo basta con un simple impulso corto en un
Centro Tomatis para restablecer el equilibrio y continuar la evolución.
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